LA ARGUMENTACIÓN
. LA ARGUMENTACIÓN
Dr. Deivi Talavera
la argumentación y los elementos de la comunicación Argumentar es aportar razones para defender una opinión, un punto de vista. Argumentamos cuando creemos que debemos apoyar o refutar un hecho o asunto . Al argumentar pretendemos que el otro cambie de opinión, se convenza, se ponga del lado del punto de vista que defendemos. Para conseguir el efecto perlocucionario de la argumentación, es decir, que el destinatario resulte persuadido, el productor del texto persuasivo deberá reunir argumentos –
pruebas, razones con los que dar credibilidad a su discurso y presentarlos coherentemente de manera que conformen un conjunto semántico y lingüístico capaz de modificar las convicciones de quien nos escucha; ofrecer una sucesión de pruebas clara y ordenada es, sin duda, una de las tareas más complejas del texto argumentativo, pero no la única ni la más importante. “5 motivos para respetar la reserva:
De lo que verdaderamente depende que un texto realice su función persuasiva es de que esos argumentos sean los adecuados a los destinatarios y a la situación de comunicación en relación con el asunto a tratar; son los elementos pragmáticos de la comunicación –productor, destinatarios, contexto los que verdaderamente condicionan la tarea argumentativo persuasiva, de los que depende que el acto de habla que representa el texto argumentativo culmine felizmente su cometido o fracase en su tarea
de incidir en el receptor. La argumentación es, en consecuencia, una tarea compleja, que exige dominar mecanismos lógicos y psicológicos pero también aspectos estrictamente comunicativos y contexto dependientes pues es ah í donde la argumentación encuentra su verdadero sentido discursivo.
Características de la argumentación
Partiendo de lo dicho anteriormente, podemos señalar cuatro componentes básicos
de la argumentación (Cuenca, 1995: 26):
1.Objeto: Cualquier tema controvertido, dudoso, problemático que se puede tratar
de diferentes maneras. Por ejemplo, la experimentación con animales en el laboratorio,
Las virtudes de la soja o Por qué hay que mejorar las máquinas de café.
2.Locutor: Es quien manifiesta un determinado punto de vista sobre la realidad,
quien toma una determinada posición. Una revista o un grupo de presión, una marca
comercial, un consumidor preocupado.
3.Carácter: Polémico, pues se basa en la contraposición de dos o más posturas. Los
enunciados están todos relacionados unos con otros por oposición, contraste, etc. –
crueldad de los métodos de experimentación animal e inutilidad de los resultados;
ventajas de la soja frente a otras legumbres; razones para elección de un tipo de
producto (una tarifa plana) algo más cara que sus competidores o para pagar menos
por un producto mejor,
4.Objetivo: Es provocar adhesión, persuadir, convencer al interlocutor de la
aceptabilidad de una idea o de un punto de vista.
Estos cuatro componentes están al servicio de la construcción del texto
argumentativo. Tradicionalmente se distinguen tres elementos importantes en la
argumentación:
Las premisas o hipótesis son los fundamentos del razonamiento. Son los objetos de acuerdo sobre los que se basa la argumentación, en muchas ocasiones no están explícitas pues se supone que son principios de acuerdo tácitos que harán posible el desarrollo argumentativo.
El orden premisas argumentos tipo de razonamiento en el que partiendo de ciertas premisas se llega a la tesis o idea principal que aparece al final como conclusión, este tipo de discurso argumentativo se
denomina progresivo. En estos casos es frecuente, como señala van Dijk (1978: 158), la presencia de elementos pragmático, como luego, cuya tarea no es establecer una relación intratextual, sino poner en evidencia la actividad deductiva de quien saca la conclusión, como ocurre en enunciados del tipo “He perdido las llaves del coche. Luego no puedo ir”. El orden regresivo sería aquel en el que a partir de una afirmación o proposición de una tesis, se presentan los argumentos que la justifican, como en el caso
del enunciado: “No puedo ir. He perdido las llaves del coche.” Perelman y Olbrechts Tyteca (1988: 84140) realizan una exhaustiva relaci ón de las principales premisas entre las que se incluyen desde las creencias, los valores y las relaciones jerárquicas –Dios, la patria, la justicia, los subordinados hasta lugares comunes de tipo cuantitativo es mejor tener mucho o cualitativo es m ás interesante lo difícil que lo fácil. En cuanto a los argumentos, Perelman y OlbrechtsTyteca (1988:251594) elaboran
una clasificación que tiene como punto de partida la teoría clásica sobre los lugares comunes. Quintiliano en las Instituciones oratorias (5, 10, 2430) distingue siete clases de argumentos:
1. Argumentos extraídos de las personas
2. Argumentos extraídos de las cosas
3. Argumentos extraídos de la definición
4. Argumentos extraídos de la semejanza
5. Argumentos extraídos de la comparación
6. Argumentos extraídos de la suposición
7. Argumentos extraídos de la circunstancia.
De todos, los más importantes son los argumenta a persona y los argumenta a re pues es donde se puede encontrar mayor caudal argumental la familia, la edad, la educación, el pueblo, el carácter; el lugar, el tiempo, la manera. Perelman y Olbrechts Tyteca prefieren dividirlos teniendo en cuenta el mecanismo utilizado y así distinguen:
1. Argumentos por asociación
2. Ejemplos y comparaciones
3. Argumentos por disociación
4. Pseudoargumentos
En el primer grupo se encuentran algunos de los tipos fundamentales de argumentos como por ejemplo el argumento de autoridad que consiste en la utilización de citas o documentos de personajes famosos con el fin de reforzar la idea sostenida en la tesis. Lo que el proponente considera autoridad puede ser muy variado e incluir palabras de sabios, filósofos, autoridades civiles, religiosas, entendidos en una materia, personajes populares, mediáticos, etc. Cercano al argumento de autoridad está el uso de proverbios y refranes pues en ellos se refleja una “verdad” conocida y comúnmente aceptada. En
el mismo sentido, la opinión pública o el sentido común son argumentos con mucha fuerza pues hacen alusión al sentir general de toda la sociedad o de un grupo social. Los ejemplos son también una importante fuente argumental. Con su uso se ilustra lo que se va a demostrar aludiendo a la experiencia compartida entre el hablante y sus destinatarios.
Los argumentos por disociación son interesantes pues presentan pares polarizados de opiniones o puntos de vista por lo que suelen usarse para radicalizar la argumentación.
Los pseudoargumentos no son verdaderos argumentos sino recursos en algunos casos figuras que facilitan la afirmación o refutación de una tesis. Algunos de ellos son el uso de la ironía, de las tautologías, la reducción al absurdo, etc. Aunque la aplicación de todo este cuerpo argumental a la defensa de una tesis es ya, sin duda, un acto argumentativo, el esquema que hemos presentado al principio tiene versiones más complejas. Desde la lingüística del texto, van Dijk (1978: 158163)
presenta el siguiente esquema de la superestructura argumentativa:
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